The Truman Show: ¿Somos de verdad un ente activo en la manipulación de los medios?
- destripandolared
- 12 ene 2019
- 7 Min. de lectura

POR PAULA SIXTO BRIÑAS
ÍNDICE
1. Ficha técnica
2. El mito de la caverna y la manipulación mediática
3. Estructura y aspectos técnicos
4. Los espectadores como ente activo de la manipulación
5. Conclusiones
6. Fuentes
1. Ficha técnica

The Truman Show (El Show de Truman) es una película estadounidense del año 1998, de género comedia dramática, e incluso sátira, ficción y televisión, con una duración de 103 minutos.
Su argumento gira en torno a un hombre corriente que descubre que toda su vida ha sido manipulada para ser retransmitida en directo en un reality show.
Está dirigida por Peter Weir y escrita por Andrew Niccol. La música está al cargo de Burkhard Dallwitz y la fotografía de Peter Biziou.
El protagonista, Truman Burbank, es el reconocido actor Jim Carrey. Otros cuatro destacables actores son Laura Linney, Noah Emmerich, Ed Harris y Natascha McElbone, es decir, la mujer de Truman, su amigo, el director del reality show, y su verdadero amor, respectivamente.
Entre el reparto también se encuentran Holland Taylor, Paul Giamatti, Adam Tomei, Harry Shearer, Brian Delate, Philip Baker Hall, Peter Krause y O-Lan Jones.
La distribuidora es United International Pictures (UIP) y la productora Paramount Pictures y Scott Rudin Productions, también estando en coproducción Richard Luke Rothschild.
De los efectos especiales se encargaron principalmente Blaine Converse, Chad Baalbergen y Durk Tyndall; y en el sonido destacan Andrew Plain, Art Rochester, Bob Baron, John Simpson y Julie Pearce, entre muchos otros.
Su presupuesto fue aproximadamente de 60.000.000,00 de dólares y ganó numerosos premios como mejor director, actor secundario y guion, en los Oscar, banda sonora, actor drama, actor secundario en los Globos de Oro, director, diseño de producción y guion en los premios BAFTA, y por último, actor secundario en el National Board of Review.
2. El mito de la caverna y la manipulación mediática
El Show de Truman está ambientado en los años 50 en un pueblo de Florida, Estados Unidos, cuando aparecen las nuevas tecnologías y la sociedad adquiere una especie de vicio hacia ellas.
A pesar de estar ambientado en una fecha concreta, podríamos vernos reflejados totalmente en la actualidad.
El estreno de esta película supuso una revolución para los géneros televisivos posteriores, naciendo así los reality shows, o concursos de telerrealidad. Pues tan solo un tiempo después, en 1999 surgió el famoso programa Big Brother (Gran Hermano) en Estados Unidos y un año después en España.
El Show de Truman es claramente un reflejo de la teoría del mito de la caverna de Platón. Truman ha estado toda su vida en la profundidad de la caverna viendo las sombras que proyecta el fuego sobre la pared, es decir, esa simulación de la realidad engañosa y superficial que los productores del reality show se dedican a controlar.
Y cuando por fin consigue ver la luz, la realidad, se siente confundido y molesto, sintiendo ganas de volver a su lugar cómodo y oscuro, la caverna. Aunque no deja que esas emociones le controlen y consigue estar en libertad.

3. Estructura y aspectos técnicos
Presentando a los personajes, tenemos al protagonista, Truman Burbank, un hombre de unos treinta años que tiene aparentemente una vida estable, una mujer, una buena casa con un buen vecindario y un buen trabajo. Sin embargo, a lo largo de la película que vamos descubriendo los impedimentos de su vida, él los va descubriendo también. Así se desarrolla hasta aprender a dejar una vida monótona que no le hacía feliz y perseguir sus sueños. Truman representa al hombre verdadero que habita en un plano mental superior o abstracto.

Meryl es la esposa de Truman, una mujer “perfecta”. Trabaja en esa falsa realidad como enfermera. Además, es el personaje más característico que ayuda a introducir publicidad dentro del reality show, algo que al principio incluso a Truman le resulta extraño. Meryl representa el aspecto emocional, cargada de apariencias y conspirando para que no salga de la ilusión.

Sylvia, o Lauren en la “realidad”. Ella es el verdadero amor de Truman desde el instituto, desde el principio los productores del show impidieron que se conocieran para que la vida programada para Truman siguiese su curso, sin embargo, consiguieron hablar y ella le contó toda la verdad sobre su vida. De este modo fue expulsada del reality show diciéndole a Truman que se mudaba a las islas Fiji, dejando esto como un destino para el protagonista. Ella representa la “voz” que nos dice lo que es real y lo que no.

Kirk Burbank es el padre falso de Truman, el cual cree que murió cuando este era pequeño en una tormenta en el mar, sin embargo, aparece años más tarde con vestimenta de vagabundo causando confusión en Truman. Representa la culpabilidad que mantiene atado al discípulo en el mundo de la ilusión.

Marlon es el amigo de Truman, y sus apariciones son sobre todo invitando a Truman a tomarse una cerveza para vigilarle y saber cómo se siente. Representa nuestros conceptos mentales antiguos y engañosos que continúan sumergidos en el mundo de la ilusión. Es muy útil para engañarnos y dejarnos estancados para no evolucionar.

Y, por último, pero no menos importante, Christof. Es el creador de este reality show y se le podría asociar a la figura de “Dios” en la conclusión filosófica que queda tras ver la película. También se le podría considerar un padre para Truman, pues le conoce a la perfección e incluso le dice que le utilizó para el programa para protegerle. Representa la Mente Inferior o Concreta, el impostor, el creador de toda ilusión y el que deforma la Realidad.

Es destacable la interpretación de los actores, sobre todo de Jim Carrey y Ed Harris, quienes fueron nominados a numerosos premios por sus papeles en esta película.
Jim Carrey supuso una sorpresa en todo el espectador realizando un papel tan dramático como el de Truman, teniendo en cuenta que anteriormente solo había realizado papeles cómicos como en La máscara o en Ace Ventura. E incluso algún crítico de cine tuvo que disculparse con él tras ver El Show de Truman tras superar con creces las expectativas que tenían de él.
El guion fue producto de Andrew Niccol, también guionista de Gattaca o In Time.
Está basado en un capítulo llamado ‘Special Service’ de la serie The Twilight Zone escrito por J. Michael Straczynski. A su vez, este capítulo se basó en el libro de Philip K. Dick ‘El tiempo desarticulado’.
La estructura de la película se puede dividir en planteamiento, nudo y desenlace:
En el planteamiento se presenta a los personajes y el entorno que los rodea. Conocemos a Truman y su vida aparentemente tranquila. Además, es un personaje carismático que cae bien tanto al resto de personajes como al espectador.
Aunque todo este tranquilo de momento, comenzamos a ver que hay cosas que le inquietan al protagonista y que tiene deseos por cumplir. No es hasta que le mandan hacer un viaje en ferri que descubrimos uno de sus mayores miedos y un poco más de su pasado.
Comienza el nudo de la película, y desde lo del ferri no dejan de suceder cosas extrañas poniendo a Truman alerta, llegando a descubrir a un grupo de actores disfrutando del catering o la publicidad encubierta de su esposa. Finalmente logra ponerles una trampa a las cámaras del reality show dando paso al desenlace.
Truman consigue enfrentar sus miedos y subirse a un barco, es ahí donde ocurre el primer parón de la retransmisión desde que empezó, dejando a los espectadores confusos mientras que los realizadores crean una tormenta para asustar a Truman. Consigue sobrevivir y es llevado por la brisa al límite de la cúpula del plató donde topa con un decorado del show, un cielo pintado. Comienza a subir por las escaleras dirección a una puerta que supondría la salida a la realidad y el director del reality show, Christof, le explica que todo lo hizo por su bien y que el mundo exterior es también una mentira mucho más horrorosa, pero Truman hace un saludo y finaliza con la frase con la que comenzó la película: “Por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches.”

La trama es bastante lineal y tiene continuidad, pero introduce aspectos de la vida de Truman en modo de flashbacks, por ejemplo, para explicar cómo conoció a Lauren o el por qué les tiene miedo a los barcos y al mar.
Es de destacar el tratamiento de las cámaras durante toda la película, pues realizan unos movimientos perfectos para meternos en la idea de programa de 24h que debe seguir en todo momento al personaje. Por ello, se justifican perfectamente movimientos bruscos dando sensación de nerviosismo.
Además, la iluminación de la isla en la que vive Truman es propia de la de un plató, cambiando su intensidad según la hora del día causando así mucho contraste con el fondo-figura cuando es de noche.

Por último, la música, en El show de Truman, es claramente expresiva y nos ayuda a entender las emociones del protagonista: dudas, sospechas, ilusiones, esperanzas, miedos, liberación…
En la banda sonora hay cortes de tres procedencias distintas: en primer lugar, la música clásica sirve para retratar Seaheaven, el lugar en el que vive Truman, un lugar utópico; en segundo lugar, los temas de Philip Glass se emplean en los momentos clave; y, por último, Burkhard Dallwitz es quien se ha encargado de armonizar todo lo anterior y enlazarlo con las partituras compuestas para esto.
4. Los espectadores como ente activo de la manipulación
La película es una alegoría de una sociedad que depende de cómo unos medios de comunicación transmiten una información, de la ambición de los medios que realizan cualquier cosa por obtener beneficio económico y de la incapacidad para buscar otros caminos diferentes al del espectáculo para ganar audiencia y de este modo, dinero.
Esta dependencia de la sociedad es tratada con burla, pues al final de la película, cuando Truman abandona el show y después de enseñarnos como todo el espectador apoya su decisión, el telespectador cambia de canal en busca de otro que le entretenga.
Toda esta dependencia del espectador está recogida en la teoría de los usos y gratificaciones, que se caracteriza por la necesidad del usuario de estar enganchado al medio de comunicación y recibir información constantemente. De esta manera el espectador se convierte en un ente activo del proceso de comunicación.

Además, la película retrata la desinformación, tanto de Truman como de los espectadores del show. Hay un ente que controla todo lo que ocurre, el director del show o los medios de comunicación, que se encargan de seleccionar una información para ser transmitida y como quiere que sea transmitida. La información que no quieren que se haga pública, no lo será por ellos mismos.
5. Conclusiones
El Show de Truman es una obra maestra tanto en su análisis técnico como en su análisis reflexivo. Su perfección respecto al guion, el tratamiento de la cámara, la luz, la música y la interpretación que realizan los actores es tan solo una parte de lo que significa la película.
La relación que tiene con numerosas teorías filosóficas, entre ellas la del mito de la caverna de Platón resulta fascinante y hace que nos rompamos la cabeza un poco más en lo que la realidad significa y cómo estamos manipulados por los medios de comunicación.
El fin que tiene El Show de Truman es hacerle reflexionar al espectador sobre si está dispuesto a dejarse manipular por los medios de comunicación, y más aún, si desea formar parte de ello.
6. Fuentes
Comentários